Es bueno el cilantro, pero no tanto.
Es bueno el cilantro, pero no tanto
![]() |
Papiro egipcio....en Tebas |
En nuestro medio vemos como normal en radio y
TV, un exceso de publicidad oficial. ¿Cual sería el objetivo racional de la
propaganda que hacen instituciones que no ofrecen ni bienes, ni servicios?, tales
como: el CNE, la Judicatura, el CPCCS, SENPLADES, la Corte constitucional, la
empresa de agua, los municipios y un sinnúmero de entidades que creen que se
ven “bellos” malgastando el dinero de todos nosotros.
Cuestionémonos: ¿Es necesario que los
miembros del CNE se promocionen, como si hubiera alguna posibilidad de votar en
elecciones organizadas por otra entidad?. Si el sistema de justicia es un
monopolio por su naturaleza, ¿Que sentido tiene hacerse propaganda? ¿Desean que
vayan mas usuarios tal vez?. Me parece que no ha de ser ese el caso, porque la
única forma de ir a la justicia es infringiendo la Ley. Tampoco entiendo a los
municipios, ni las prefecturas. Que otro sentido, que no sea el personal, tiene
promocionar obras las cuales son obligaciones propias del cargo. O, si yo soy
dueño de la única empresa de electricidad, que factura “si o si” a todos, mes a
mes, ¿Tendría motivos para gastar en promoción de mi empresa?. La situación
empeora en el caso de Termoesmeraldas o Refineria, de las cuales ni somos sus
clientes directos. Yo lo llamo, hacer propaganda “de gula”; traducido: porque
hay la plata.
La pregunta que hay que hacerse es: ¿Tiene sentido publicitar funciones, acciones
o hechos que son obligatorios por mandato legal y constitucional, en espacios que
cuestan de miles de dólares, cuando aun en nuestro país hay familias que viven
con menos de 5 USD al dia?. Sin soslayar los grandes avances de la
Revolución Ciudadana, creo que cuando no se tiene una información importante, la
promoción, o publicidad es un despilfarro. Estas son instituciones de servicio
público y lo que comunican no son hazañas sino deberes. Por mas publicidad que
hagan, los ciudadanos no nos vamos a reunir a hacerles “una fiesta”. Bien por
Rafael Correa cuando dice: “A mi no
tienen nada que agradecerme”. Esta frase debería disponérselas como
doctrina a “algunitos”.
La Ley Orgánica de la Contraloría, estipula
que los servidores públicos deben administrar las instituciones como si fuese
negocio propio. Por esto, ofreceré mis disculpas si en estas propagandas
y “revistas” no se ha invertido un dólar de nuestro dinero pagado en impuestos, sino exclusivamente
de los bolsillos de sus titulares y máximas autoridades.
Comentarios
Publicar un comentario